ALBOAN continúa su trabajo de incidencia hasta la adopción final de la regulación del comercio de minerales provenientes de zonas de conflicto.
Tras la exitosa votación del pleno del Parlamento Europeo A FAVOR de una regulación de los “minerales en conflicto” ahora toca concretar la regulación en el diálogo entre el Consejo de Ministros, la Comisión y el Parlamento Europeo.
ALBOAN en el Parlamento europeo
El Pleno del Parlamento Europeo votó ayer A FAVOR de una regulación de los “minerales en conflicto”.
En la ONG ALBOAN celebramos el resultado de la votación realizada el 20 de mayo en Estrasburgo por el Parlamento Europeo, que exige garantizar el abastecimiento responsable de minerales que provienen de zonas en conflicto. Esto significa que con esta propuesta del Parlamento, las 880.000 empresas de la UE que utilizan estaño, tantalio, wolframio y oro (los llamados “minerales en conflicto”) en la producción de bienes de consumo (productos tecnológicos en su mayoría) tendrían que informar de la procedencia de los minerales que utilizan.
El próximo 20 de mayo el pleno del parlamento europeo votará la regulación de los “minerales en conflicto”.
La ciudadanía tenemos ahora una nueva posibilidad para que nuestros representantes en Europa puedan escuchar las voces que piden una legislación obligatoria para que las empresas asuman su responsabilidad con el conflicto en República Democrática del Congo y con cualquier área de conflicto o de alto riesgo de él.
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Durante los próximos días 13 y 14 de abril el INTA (Committee on International Trade) se reunirá para votar entre otras cuestiones la propuesta del ponente Iulu Winkler sobre los “minerales en conflicto”.
Es una cita muy importante a la que tenemos que prestar especial atención ya que lo que salga de esta comisión se presentará al pleno del parlamento europeo este mes de mayo.
La Comisión Europea presentó en marzo de 2014 una propuesta de regulación de la importación de “minerales en conflicto”. Desde entonces ALBOAN, junto a otras organizaciones de la sociedad civil, agrupadas en redes de carácter internacional, ha estado trabajando para hacer incidencia ante nuestros representantes europeos para que se pueda cumplir el objetivo que persigue la regulación: romper el vínculo entre la extracción y comercio de los recursos naturales y los conflictos.