Vivimos en un mundo de grandes empresas.
La mayor parte de los productos de consumo que empleamos en nuestra vida cotidiana (no sólo nuestros los dispositivos electrónicos, sino también la ropa, los cosméticos o la alimentación) llega a nuestras manos a través de cadenas de suministro globales donde participan infinidad de empresas. Ellas constituyen uno de los pilares del capitalismo contemporáneo. Pero su enorme poder puede generar impactos negativos tanto como positivos.
leer más