“Penalti no es una falta dentro del área. Es cuando el árbitro pita”
Vujadin Boškov
El acceso a la justicia, como bien saben los juristas, filósofos y hasta los futbolistas más avezados, no depende de que se cometa una acción injusta, ya sea una falta futbolística o la más grave vulneración de derechos humanos, sino de que ésta sea reconocida y sancionada como tal por la correspondiente instancia normativa. Sin ese reconocimiento y sus consecuencias legales, lo que tenemos es un acto que –por muy inmundo, inmoral e “injusto” que nos parezca– queda impune y, por lo tanto, forma parte de una cruda realidad con la que tenemos que lidiar a regañadientes.